EL VALOR MAS GRANDE QUE
TIENE ES TENER A “MI HIJA
” Mi nombre es Guadalupe Requena Cahuana soy de Huancavelica
Peru , mi hija se llama Guadalupe Esther Hernandez Requena y tiene 4 años de edad. Lupita nació el 07 de
enero de 2008 fue diagnosticada con
Síndrome de Down Trisonomia 21 . Nunca me imagine que sería madre de una niña
especial, cuando me dieron la noticia me invadió el temor, confusión,
desolación, desesperación, tristeza y dolor. Ahora entiendo que fue mi
ignorancia la que me hizo sentirme de esa manera. Nunca antes me había
informado acerca del Síndrome de Down, pues como la mayoría de las personas
pensé que esas situaciones eran ajenas a mi vida. No podía pensar, ni
reaccionar al ver a mi bebé, solo me limitaba a ver el Síndrome de Down, fue
terrible mi actitud, no hubo rechazo pero tampoco aceptación. Me sentía
desconectada de mi hija. Caí en depresión y no pude ni siquiera amamantarla,
solo quería dormir y encerrarme con ella en mi cuarto. Eso si me despertaba
cada 3 horas a darle el biberón, casi no podía dormir porque la revisaba a cada
momento para ver que no le pasara nada, me invadía un miedo, ya que me
enfrentaba a una situación desconocida. Empecé a ser muy exagerada en sus
cuidados, no quería que se enfermara y no le daba cualquier cosa de comer. Así
fue pasando el tiempo y con ello me fui informando en internet acerca del
síndrome de Down y contactando personas con hijos con la condición de mi
hija.Mientras sucedía todo esto deje por un momento de pensar en la Condición
de mi hija y comencé a observarla, veía su carita, sus manitas, sus ojitos y el
movimiento que hacía de patalear y pensé “que linda nena, si me mira y sonríe!
y en ese momento fue cuando me di cuenta que la situación no era como yo
tontamente lo pensaba. El apoyo de mi esposo y mi familia me ayudo a entender
que era una persona que sentía y que tenía su propia esencia, que tenía el
valor más grande de mi vida el ser “mi hija”. Así fue pasando el tiempo hasta
el día de hoy, ya no siento temor del que dirán, aunque no puedo evitar el
enojarme cuando alguna persona la mira como si fuera algo extraño. Aprendi a
aceptar que mi hija tiene Síndrome de Down y no me da pena decirlo!! La amo tal
cual, como cualquier madre lo hace con sus hijos, solo me enfoco en cómo es
ella y como tiene sus avances, no me preocupa en lo mas mínimo que no vaya en
su desarrollo al ritmo de otros niños. Para mí la vida no es una competencia,
respeto como mi hija va a su paso y aprende a su ritmo, solo quiero que sea
Feliz, que se encuentre bien de Salud y que haga y viva su vida a su manera sin
temor ni miedo y que nunca se avergüenza de su condición. Para mi todos los
niños especiales son Adorables y les envidio esa forma de ser siempre libres en
sus acciones, demuestran lo que quieren en el momento que quieren y como
quieren y nunca les preocupa el que dirán,eso para mí es fantástico!!! Se
atreven a saludar a aquel que a veces los mira como si fueran algo extraño, eso
para mí si es valor como ser humano!!!.Mis temores son que a mi hija le
preocupe a una cierta edad que es lo que piensan algunas personas del síndrome
deDown y que le tome importancia a la discriminación, nunca la quiero ver
sufrir, pero el mayor de mis temores es que algún día pueda perderla. , la veo
tan pequeñita no quiero que sufra que nada malo le pase, lloro mucho al pensar
que la pueda perder, a veces trato deno pensar en eso , pero también me canso
de no expresar y liberar mis miedos, ahora ya me doy el derecho de llorar y
dejar de pensar que es normal en ellos, porque aunque ciertos problemas de
salud sean parte del Síndrome de Down no deja de ser mi hija y de
dolerme.Necesito tener mucha fe que todo estará bien para que los temores no me
invadan y me impidan disfrutar al máximo a mi pequeñita. Lo ideal es que mi
hija aprenda divirtiéndose, dejarla ser, que sea muy feliz, que siempre se
sienta con libertad.“Te pido perdón mi niña por no haberte recibido desde el
momento de tu nacimiento como lo merecías, solo espero entiendas que mi
ignorancia me rebasó pero que gracias a tu amor desperté a la realidad para
valorarte y amarte . Gracias Lupita por
existir y por haberme elegido como tu mamá.